COVID-19 ha afectado de manera disruptiva al sector agrícola en todo el mundo, y se ha pedido a los agricultores que sigan trabajando para garantizar la seguridad alimentaria y ademas toda la cadena de valor alimentaria ha sido responsable de funcionar correctamente mientras se enfrentan a obstáculos operativos. Es indudable que el brote de pandemia se haya unido a los desafíos climáticos, aumentando la presión sobre los frágiles sistemas agrícolas.

El brote de pandemia COVID-19 ha llegado en un momento en que muchos países del mundo se estaban enfrentando a graves cargas preexistentes de cambio climático e inseguridad alimentaria. Muchos agricultores han experimentado y siguen experimentando enormes pérdidas debido a los desastres naturales (sequías, inundaciones, invasión de insectos) y el brote de pandemia ha agravado las condiciones existentes. Al mismo tiempo, los agricultores han presentado iniciativas disruptivas para asegurarse de que podían continuar sus actividades a largo plazo, teniendo en cuenta que muchos de los desafíos que surgieron durante la pandemia pueden durar más allá del brote.

Nosotros, los Climakers, estamos recopilando las mejores prácticas en todo el mundo sobre cómo la comunidad de agricultores está afrontando el doble desafío del COVID-19 y el cambio climático y queremos escuchar su historia! Necesitamos su contribución para que estémos equipados con pruebas prácticas sobre el peso del trabajo de los agricultores como solución en la lucha por adaptar y mitigar los efectos de un clima cambiante.

Las mejores prácticas serán recopiladas y evaluadas en función de los criterios de inteligencia climática por el socio científico de los Climakers – CCAFS – y luego publicadas en el próximo volumen de la publicación “The Climakers – Stories from the field – COVID 19 edition”. (Por favor, consulte la versión anterior AQUÍ)

¡La encuesta y la colección de casos de estudio siguen ABIERTAS hasta el 15 de noviembre!